la celebridad de mi ciudad natal

Tuvimos una celebridad en mi ciudad natal, no puedo recordar un momento en el que no supiera su nombre. Mis amistades conocían bien a su familia, y explicaban escandalosas historias sobre él.

Uno predijo que causaría con el tiempo el hundimiento de nuestro país, otro afirmó que envió al padre de la celebridad a prisión por un año, y otra -la señora que se sienta a mi lado en el coro de la iglesia- tenía su cuna, comprada a su madre cuando nació su propio hijo.

En consecuencia, ella había rechazado toda oferta de compra que la gente le hizo. Dijo que era su cuna también, y que no le importaba un comino que hubiera pertenecido a la celebridad local. Las historias de la gente de la iglesia me dieron una impresión negativa de la celebridad local desde el principio. Así que fue muy fácil ignorarlo, o incluso pretender que no existía.